Hoy es el primer día del resto de mi vida.

Stanislav Grof

En el momento en que uno despierta por la mañana, si está un poco entrenado, será capaz de observar como transcurren unos fugaces instantes en los que su ser pasa de existir como Totalidad a contraerse en la identidad persona que uno vive normalmente durante el día. ¿Es usted consciente de ese peculiar espacio entre los dos mundos?, ¿se suele dar cuenta al despertar del tránsito entre las dos orillas de sueño-vigilia?, ¿se ha percatado, alguna vez, del proceso de despertar en el que aparece la consciencia de que uno es, y el consiguiente mundo que, a continuación, su mente crea?

 

Lo normal es que no se haya dado cuenta, sin embargo, tal vez, mañana al despertar, se acuerde en ese fugaz instante y atestigüe el proceso de devenir “yo”. Tal vez, si lo logra, llegará a sentir que usted “existe” sin que todavía haya aparecido el mencionado yo-persona con carné de identidad. Como consecuencia de ello, relativizará el estado de yoidad, y se tornará consciente de que usted es algo más que el yo superficial experimentado durante la vigilia. Si logra darse cuenta del puente mencionado, se activará una forma de salir del “yo separado” y ampliar la visión común e ilusoria de la caverna.

 

Si observa el proceso de “aterrizaje”, verá que la consciencia de su propio Yo es una contracción de la Totalidad que se convierte en dos. Por una parte, el yo-ego que acaba de emerger al despertar encapsulado “de la piel para dentro”, y por otra, el mundo, el gran Otro, lo ajeno. En realidad, durante el sueño, uno “existe” antes de la aparición del yo-persona. Sin embargo, el Yo en su dimensión esencial es algo más que ese yo opuesto al tú, en realidad, es SER, neutralidad espaciosa.

 

Cuando se logra salir, por vez primera, de la única realidad que existe para el yo-persona y, se accede a una más amplia modalidad de conciencia, puede afirmarse con entusiasmo que ese día es el primer día del resto de la vida, ¿por qué con entusiasmo? Porque sentirse entusiasmado significa sentirse pleno de Expansión y Totalidad. Cada instante que pase usted Despierto con mayúsculas, puede decirse que es Unidad, y eso significa entusiasmo en el momento presente. Pregúntese al despertar “¿quién soy?”, y no permita que las memorias saboteen la Gracia que supone darse cuenta del juego de volver a casa y puentear mundos en una integración más amplia.

 

Somos mucho más que nuestra mente. Cuando se abra usted  a un sentimiento de Totalidad, permita que ello se manifieste en alegría in-causada y observe que se expresa como servicio sostenido a la vida. Ábrase a la serena neutralidad y déjese fluir por entre los pliegues del gran viaje. Cada instante, conscientemente vivido, es un don y no importa si el signo de lo acontecido es de placer o de dolor o bien de lucidez o de narcosis. Todos los estados son pasajeros. Lo importante es que algo en usted despierta y retorna a la inmediatez del momento presente. Lo único definitivo es ahora. Y sucede que ahora está usted aquí, en plena atención al despliegue de su consciencia.

 

¿Acaso hoy se abre un libro blanco en el que reinventar la vida? ¿Acaso ahora brota el manantial de renovación que nos lava de pasado? Usted ya sabe del poder de las pequeñas cosas bien hechas. Permita que su mente se inunde de Presencia y atestigüe el fluir por entre los pliegues de la vida.

 

Sólo tenemos este instante. Permita que el Río de su Vida fluya en el ahora. Somos Océano de Totalidad y Consciencia. Algo que no es menester buscar, ni perseguir, ni tan siquiera perder, porque ya lo somos y no cabe la posibilidad de dejar de serlo. ESO. Algo que siempre fuimos y siempre seremos.

Fragmento del Libro “Inteligencia del Alma. 144 avenidas neuronales hacia el Yo Profundo” José María Doria
Libor Inteligencia del Alma
Cartas Inteligencia del Alma

En un mundo como el actual, en el que predicadores y vendedores de ideas prometedoras se reparten la energía de los buscadores, Inteligencia del Alma se yergue como una síntesis de sabiduría que inspira al lector de manera no casual sobre la mejor actitud para recorrer «el días de hoy» y dar sentido a su vida. Es una obra que alberga lúcidos pensamientos de muchos de los sabios que han acompañado al hombre a lo largo de toda su historia, y los pone al alcance del lector con el fin de aportar claridad para caminar en este convulso mundo y para saber salir de la actual confusión de creencias y valores contradictorios. Nos hallamos ante una obra creada para explorar el yo profundo y descubrir el arte de ser mediante el cotidiano recorrido de las 144 avenidas neuronales que la conforman.