Una vida consciente es una vida feliz y disfrutada. El descubrimiento de nuestra propia consciencia y su activación en nuestro día a día nos permite vivir conectados con nuestras emociones y alineados con nuestra mente. En otras palabras, vivir plenos y en paz con nosotros mismos.
La clave de la felicidad está en abrazar la vida tal y como se nos presenta aquí y ahora, porque el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.
El dolor es una oportunidad para crecer y sentirnos más plenos. Cuando nos permitimos sentirlo con consciencia, nos alineamos con nuestro ser para vivir con más coherencia y armonía.
El descubrimiento de lo que verdaderamente somos, el Ser, es el mayor descubrimiento que podemos realizar como seres humanos. En él residen el amor, la paz, la dicha y la plenitud; esto es todo lo que deseamos.