vivo en Aguilar de Campoo, un pueblo precioso de la Montaña Palentina. Desde bien pequeño he tenido la necesidad de ayudar a los demás, ser un “ser ayudador” como me gusta decir. Un día descubrí que para lograrlo primero me tengo que reencontrar conmigo mismo; el silencio, la meditación, la atención plena, la autocompasión han sido mis herramientas para conseguirlo. Ahora siento en mi corazón que ayudarte y acompañarte es mi propósito de vida.