Podrás observar en las fotos expuestas que simbolizo la aptitud meditativa, en algunos escenarios de mi existencia, que comparto con los también diversos de las personas de mi entorno en la vida cotidiana; “el arte de hacerse UNO con todo y todos/as”. No consiste solamente en cerrar los ojos y mantener silencio un rato, sino en que al abrirlos y ponerme en movimiento sostengo mi mundo interior en medio del ruido, la acción y la aventura existencial, en general (ya sea buena o menos buena); revestida de PAZ y consciencia, momento a momento, amparando bondad, humildad, fortaleza interior y armonía.
La finalidad del PROCESO es zambullirnos hacia dentro hasta llegar a la fuente del sufrimiento, pasando por la herida de la infancia/adolescencia, para que una vez explorado todo ello, con técnicas específicas de la EDTe y la propia intuición, resurja la fuerza interior, que abraza todo, lo integra, y suelta aquello que ya no resulta útil, para poder proseguir el viaje, llevando las riendas de tu propio carruaje, a través del variopinto Camino de la vida.