Mi labor de acompañamiento se basa en tres fundamentos esenciales.

• Primero, que somos almas que habitamos un cuerpo y no al revés, donde el dolor no se puede evitar pero si el sufrimiento.
• Segundo, que existen diversas técnicas y actitudes que, al convertirlas en hábitos, permiten una vida más confortable, consciente y feliz; herramientas a menudo no enseñadas.
• Tercero, creo profundamente que cada uno merece y puede evolucionar hacia la mejor versión de sí mismo, y que abrazar nuestros miedos e inseguridades es un paso primordial en este camino.