Quienes son infelices en este mundo, sólo necesitan personas capaces de prestarles atención.
Simone Weil

En muchas de las rabietas que los niños sufren lo que verdaderamente están pidiendo tras el intenso enojo no es la Luna o el juguete de su hermano, sino, simplemente, que se les preste atención. Los animales y las plantas también poseen una especial sensibilidad que detecta la atención que se les dedica. ¿Qué ingrediente sutil parece resultar clave de salud en el hecho de dar atención?

 

La respuesta señala a la energía-consciencia. La atención, aunque intangible y sutil, es una poderosa fuerza que podemos entrenar a enfocar y cuya acción, aunque es neutra y des-implicada, influye y modifica el objeto enfocado. Cuando por ejemplo “prestamos atención” a otra persona, estamos creando. Un campo de energía de mayor influencia de lo que parece que, entre otras cosas, desencadena ideas y sentimientos que, de otro modo, ni siquiera habrían nacido.

 

Cuando dedicamos atención al nacimiento de un proyecto, alimentamos energéticamente su generación paulatina y le aportamos el nutriente que precisa para su materialización y crecimiento. La energía-atención es el cimiento del que dispone la mente consciente para dar forma a la creación de lo nuevo, aspecto que realiza haciendo uso de su increíble capacidad creativa. En realidad, la atención es el alimento de la consciencia. Para actuar conscientemente, es menester estar atentos a lo que sucede. Se trata de un estado mental de apertura y amplitud que nada tiene que ver con la “concentración”, ya que ésta se centra en un objeto y desatiende el resto. Por el contrario, la atención pura es más amplia y abierta y, lejos de controlar lo que enfoca, lo que hace es devenir consciente de lo que sucede. Algo similar al hecho de vivir despiertos y centrados.

 

La importancia vital de la energía-atención la conocen muy bien los miembros de una tribu de nativos amazónicos que han adoptado una forma muy peculiar de castigar y eliminar al autor de un delito grave. Su estructura tribal carece de pelotón de fusilamiento para tales fines. Es por ello que, su manera de condenar al miembro agresor consiste en desentenderse de su existencia, de forma tal que todos deciden ignorarlo y dejar, simplemente, de prestarle atención. Los miembros de la tribu no responden a sus preguntas y deciden considerarlo invisible de común acuerdo. Al poco tiempo, la persona sometida a este riguroso aislamiento atencional termina por morir.

 

El suministro de energía-atención no sólo es una poderosísima arma terapéutica de sanación y cuidado de los que sufren, sino que también dinamiza el cultivo de las relaciones, alimenta el desarrollo de los que crecen y supone el gran fertilizante del amor.

 

El ser humano consciente dispone de la capacidad de enfocar su atención allí donde decide. Se trata de una capacidad que le permite eludir la dispersión mental, trayendo ideas e imágenes deseables al escenario de su mente. El que es capaz de dirigir el enfoque de su atención, puede proceder a desviar la atención de aquellos contenidos mentales que le debilitan e intoxican, como por ejemplo, las interpretaciones negativas, las quejas y los miedos estériles que no conduzcan a la acción. En realidad, desarrollar la capacidad de enfocar la atención allí donde uno elige, supone ejercer la verdadera libertad. Una Libertad nuclear con mayúsculas que aporta dominio sobre la esfera del pensamiento y permite que la mente pensada se transforme en pensadora con todas las consecuencias que esta sutil diferencia conlleva en la responsabilidad de la propia paz interna.

Fragmento del Libro “Inteligencia del Alma. 144 avenidas neuronales hacia el Yo Profundo” José María Doria
Libor Inteligencia del Alma
Cartas Inteligencia del Alma

En un mundo como el actual, en el que predicadores y vendedores de ideas prometedoras se reparten la energía de los buscadores, Inteligencia del Alma se yergue como una síntesis de sabiduría que inspira al lector de manera no casual sobre la mejor actitud para recorrer «el días de hoy» y dar sentido a su vida. Es una obra que alberga lúcidos pensamientos de muchos de los sabios que han acompañado al hombre a lo largo de toda su historia, y los pone al alcance del lector con el fin de aportar claridad para caminar en este convulso mundo y para saber salir de la actual confusión de creencias y valores contradictorios. Nos hallamos ante una obra creada para explorar el yo profundo y descubrir el arte de ser mediante el cotidiano recorrido de las 144 avenidas neuronales que la conforman.