Cualquier piedra es un diamante para el que sabe ver. Anónimo

Anónimo

¿Qué fuerza moviliza al escultor a captar la figura que se esconde oculta en la piedra?, ¿acaso es la propia figura que desde el plano del futuro, llama al creador para nacer a la materia? ¿Es la Inteligencia Universal la que mueve a ambos al cumplimiento de su papel, tanto el del ginecólogo como el de la criatura?

 

La obra de arte más importante de la vida es la que uno hace con su propia persona. Dar forma consciente al propio ego y enseñarle a vivir feliz es, sin duda, una creación de “cinco estrellas”. El hecho de ser capaz de captar las opciones más productivas y sabias de nuestro yo, es la obra maestra por excelencia. Una obra de satisfacciones infinitas y cuya duración es de por vida.

 

Para construirse un buen yo-persona, lo primero que conviene hacer es proceder a visualizar a éste como una “obra acabada”. De la misma forma que un arquitecto hace los planos en los que aparece un edificio para diseñar un yo competente, equilibrado y virtuoso, conviene comenzar por nombrar sus características y cualidades varias. Una vez que nuestro artista interno elige las formas que desea para su persona, tan sólo debe proceder a imaginarlas y desearlas. Es decir, plasmar en los planos de la mente dichas ideas. Y conforme comienzan éstas a concretarse, también comienza el mágico proceso de creerse el diseño que anteriormente comenzó como una locura.

 

La creación del yo es una obra mágica que tan sólo está coartada por algo tan virtual y efímero como lo puedan ser las creencias limitadoras de lo que es o no posible. Sin embargo, las creencias pueden ser superadas por el noble y supremo arte de autoimaginarse más allá de las mismas.  Más tarde, cuando se van superando las limitaciones inherentes a lo que uno cree que es posible, conviene sentir y concretar la propia utopía. Para ser competente en dicha creación, hay toda una Tecnología de la Transformación a disposición del que así opta.

 

¿Acaso desea un buen método para reinventarse y ajustar las velas de su nave? Pues bien, proceda usted a imaginarse tendido en el lecho de muerte. No se asuste, la muerte no es tan amenazadora como dicen. Piénsela más bien como una bendición. En realidad, es una vuelta a casa y tiene el descanso garantizado. Mire hacia atrás en su vida pasada… ahora ya no hay otra oportunidad… ¿qué le habría gustado hacer que no hizo?, ¿a quién o a quiénes habría usted atendido más?, ¿se va usted de este mundo con la manos llenas de lo que verdaderamente merece la pena?, ¿ha puesto sus talentos en alguna dirección que ahora, sin embargo, valora de otra forma? ¿cuáles han sido los mejores momentos de su vida?, ¿se despide en paz de la aventura de la vida?, ¿ha amado y reído lo suficiente?, ¿dedicó tiempo a lo que realmente valía? Si tuviese otra oportunidad, ¿qué cambios haría?, ¿siente que está a tiempo de reorientar algo de su vida que logre hacerle sonreír el día en que muera? Recuerde que todo cambio comienza por un pensamiento del ahora.

 

Imagine todo lo anteriormente enunciado. Responda a cada pregunta como si lo viviera. Supere las limitaciones y creencias de lo que es real o irreal y confíe en este juego de la muerte, el juego más importante de su vida. Tenga en cuenta que durante lo que le queda de ésta, no le ocurrirá mucho más de lo que no haya sido imaginado. La imaginación es la herramienta de la que se vale su propio “yo futuro” para nacer. Concédale espacio para que se revele y páselo al plano de sus formas. No las rebaje, no sea “realista a la antigua” y conviértase en el niño creador que es usted en esencia.

Fragmento del Libro “Inteligencia del Alma. 144 avenidas neuronales hacia el Yo Profundo” José María Doria
Libor Inteligencia del Alma
Cartas Inteligencia del Alma

En un mundo como el actual, en el que predicadores y vendedores de ideas prometedoras se reparten la energía de los buscadores, Inteligencia del Alma se yergue como una síntesis de sabiduría que inspira al lector de manera no casual sobre la mejor actitud para recorrer «el días de hoy» y dar sentido a su vida. Es una obra que alberga lúcidos pensamientos de muchos de los sabios que han acompañado al hombre a lo largo de toda su historia, y los pone al alcance del lector con el fin de aportar claridad para caminar en este convulso mundo y para saber salir de la actual confusión de creencias y valores contradictorios. Nos hallamos ante una obra creada para explorar el yo profundo y descubrir el arte de ser mediante el cotidiano recorrido de las 144 avenidas neuronales que la conforman.