Al reconocer y aceptar mi sombra, esa parte obscura que oculto o rechazo en mí, he dado un paso importante en mi autoconocimiento y en mi capacidad de aceptarme y amarme en la totalidad de lo que soy.
Meditar es establecer contacto con lo más profundo, es quedarnos en silencio y escuchar al Creador, al Universo, a la Inteligencia Superior.
La gota de agua del río que se dirige al océano, deja de tener miedo, en el momento en que se fusiona con el océano y se da cuenta de que siempre ha sido parte de él. Así, los seres humanos somos y siempre seremos parte del Todo.