Disfruto de las sesiones de acompañamiento en las que realmente crezco en consciencia. En ellas exploro nuevos caminos y se despierta la motivación que mantiene encendida la llama de mi alma.
Mi corazón también rebosa cuando la persona a quien acompaño accede a un súbito «click» de comprensión y encuentra un sentido mayor a lo que le sucede en la vida. Me siento dichoso al sentirla comprometida y confiada ante su siguiente tramo de travesía. También siento alegría cuando acompaño a quien, de pronto, se libera de una amargura, de un resentimiento o acepta una pérdida. En realidad, es muy motivador ver como alguien deja atrás un yo y su antiguo modelo de percepción que condicionaba su mirada. Reconozco también mi satisfacción ante quien abre su corazón a la Realidad Mayor que somos en esencia, y asiste a la unificación de sus partes internas en reconciliación con la vida.
Si te soy sincero y, sin arrogancia alguna, me siento una especie de “médico del alma”. En realidad, ésta es mi vocación e incluso, pienso que tan noble oficio es mi misión de vida. En este sentido honro a mi abuelo y a mi bisabuelo por parte de madre que fueron médicos y además ejercieron una gran labor educativa.
Si deseas contactar conmigo, puedes solicitar una consulta en el correo:
josemariadoria@escuelatranspersonal.com
Te ruego que, al hacerlo, te presentes contándome cómo es tu vida y, de paso, resumas el meollo de tu actual circunstancia. Te responderé lo antes posible para acordar contigo un encuentro, generalmente on line, en el que mirar juntos lo que sucede y traer lo que sientes a la presencia.
Añado que, si al finalizar la sesión, observo que a mi interlocutor le vendría bien un trabajo terapéutico más sistemático y de largo recorrido, procedo a recomendarle el compañer@ profesional afín a su particularidad.
Por último, te comparto una de mis frases favoritas: