Mi trayectoria profesional como pedagoga especializada en niños con necesidades educativas especiales se vio influida cuando, a partir de una gran crisis personal, comienzo a meditar. Tras unos años de práctica, la vida me trae a la escuela transpersonal y su formación como coach educativo. Comienzo a experimentar un gran cambio en mi faceta como madre, que pasa de unas programaciones y herencias muy violentas y reactivas, a una maternidad mucho más consciente, presente, tranquila y confiada. Comprendo entonces que puedo llevar esta vivencia a mi profesión, y ello tiñe mi modo de acompañar a familias, niños y adolescentes, que cambió para ser más respetuoso, ayudando a quien lo desea a encontrar su propio criterio educativo, su confianza como padres y la armonía familiar que todos deseamos y merecemos.